
Jasper Maskelyne, un celebrado mago e ilusionista británico, es reconocido por muchos historiadores por haber ideado varios actos fantásticos de camuflaje e ilusiones escénicas que ayudaron a cambiar el rumbo de la guerra contra los alemanes, especialmente durante batallas claves en el Norte de África.
Jasper llevaba la magia en los genes. Durante más de 60 años, la familia Maskelyne (incluidos su padre y su abuelo), había sido considerada la primera familia de los prestidigitadores de Gran Bretaña. El padre de Jasper, John, ideó el famoso truco de la caja, en el que una asistente desaparecía de un armario sellado e inspeccionado, además de otros trucos que se convirtieron en estándar en los espectáculos de magia.
Jasper Maskelyne
El 14 de febrero de 1941, cuando las tropas alemanas entraron en Trípoli con una fuerza casi imparable, ya controlaban todo el norte de África. Esa misma noche, Jasper Maskelyne estaba en el escenario aparentando tragarse una sucesión de hojas de afeitar ante un público hipnotizado. Cuando los teatros londinenses se vaciaron debido a la guerra, Maskelyne intentó alistarse, pero a los 37 años lo consideraron demasiado viejo y lo descartaron como un mero prestidigitador. Pero el mago estaba decidido a jugar un rol. Como él mismo escribió: "El estallido de la guerra presagiaba inevitable miseria para todos. Para mí supuso algo muy extraño y bastante alarmante: concentrar toda mi imaginación y mis conocimientos sobre el problema de cómo movilizar mejor el mundo de la magia en contra de Hitler".
Durante un curso en el Centro de Formación y Desarrollo del Camuflaje de los Ingenieros Reales, en el castillo de Farnham (Surrey), Maskelyne impresionó a un inspector general del ejército al ocultar un búnker de ametralladoras a plena vista. Tras completar el programa en enero de 1941, Maskelyne se embarcó rumbo al norte de África junto a una decena de oficiales de camuflaje, todos ellos con el rango de capitán. En esa época, el camuflaje de guerra estaba siendo desarrollado por ingenieros. Maskelyne estaba seguro de que si podía ocultar cosas ante la vista de un público situado a sólo un foso de orquesta de distancia, también podría engañar a los observadores alemanes desde una distancia de 15.000 pies en el aire o a kilómetros de distancia en tierra.
En el norte de África esperaban al mago para que entretuviera a las tropas. Pero él también creó una Sección Experimental de Camuflaje, trabajando con un grupo cuidadosamente seleccionado que incluía a un dibujante, un alfarero, un ingeniero eléctrico, un químico y un escenógrafo. Un documental de History Channel sobre Maskelyne se refiere a "la pandilla", tal como eran conocidos, como "indisciplinados, poco ortodoxos, y no deseados por la corriente dominante del ejército. Pero tenían agallas, gloria e imaginación".
Hacer desaparecer un puerto entero
"La pandilla" no entró en acción hasta junio de 1041. Entonces, los barcos británicos en el puerto de Alejandría se convirtieron en objetivos primordiales de la Luftwaffe, y le pidieron a Maskelyne que "hiciera desaparecer el puerto", compuesto por cientos de edificios y abarcando muchos kilómetros. En vez del puerto, Maskelyne y sus colegas crearon un puerto señuelo a unos kilómetros de distancia utilizando barro, lona y cartón. Fue diseñado e iluminado para que se pareciera a los edificios navales de Alejandría, con luces en tierra conectadas al faro de Pharos (una de las siete maravillas del mundo antiguo), desde donde podían ser controlados. Colocaron cargas eléctricas bajo tierra para simular las explosiones de bombas.
Un "parasol" cubriendo medio tanque Matilda II en un taller del Centro de Entrenamiento y Desarrollo de Camuflaje del Mando del Medio Oriente, Helwan, Egipto, 1941, tal como fue utilizado en la Operación Bertram.
El 22 de junio, los británicos apagaron todas las luces de Alejandría, pero encendieron las del puerto señuelo. La Luftwaffe mordió el anzuelo y, al sobrevolar, los barcos señuelos fueron hechos estallar a control remoto. Esto convenció a los alemanes de que tenían el objetivo correcto, y siguieron lanzando bombas sobre el puerto falso durante tres noches seguidas. Maskelyne fue ascendido a comandante, y se ganó el respeto que tanto ansiaba de sus superiores.
Cegar a los pilotos
El mago también usó ilusiones ópticas para ayudar a lograr la victoria. El Canal de Suez, un eslabón vital en la cadena de suministro británica, estaba siendo atacado por los alemanes. Le pidieron a Maskelyne que ampliara el alcance de 90 reflectores a lo largo de la vía navegable para que los artilleros británicos pudieran detectar más fácilmente a los aviones enemigos que se acercaban. Maskelyne usó un truco de ilusionismo que ya tenía casi un siglo de antigüedad. Él y su pandilla cortaron una serie de espejos reflectantes y los acoplaron a los reflectores, convirtiéndolos en cegadoras luces estroboscópicas que podían aturdir y cegar temporalmente a los pilotos enemigos. Este deslumbrante conjunto de haces luminosos, conocido como Whirling Spray, ocultó el Canal de Suez en un océano de luz cegadora.
Cuando el Whirling Spray estuvo listo, Maskelyne insistió en ponerlo a prueba personalmente. Se subió a un avión de combate de la Fuerza Aérea Real que se elevó a 15.000 pies sobre el desierto africano. Cuando la pandilla en tierra encendió la luz, ésta hizo su trabajo con resultados casi fatales. El piloto quedó temporalmente ciego y perdió el control del avión. El avión comenzó a precipitarse a tierra, pero el piloto logró recuperarse en el último minuto, evitando a duras penas un accidente. Las luces del Whirling Spray dilataron los ojos de muchos pilotos alemanes, y muchos aviones cayeron. Los alemanes no pudieron penetrar en el espacio donde aparentemente había desaparecido el Canal de Suez.
Magia bélica
La batalla de El Alamein fue una victoria crucial para los Aliados, y el general Archibald Wavell pidió a Maskelyne que hiciera invisibles para los alemanes los tanques que estaban en el desierto. Plano, sin accidentes y completamente abierto, el desierto es un lugar difícil para el camuflaje. El equipo de Maskelyne diseñó un "escudo solar", dos "alas" que se cerraban sobre los tanques reales haciéndolos parecer inocentes vehículos de convoy. Para borrar las huellas que dejaban los tanques, añadieron un dispositivo de cota de malla con pinchos para que las huellas parecieran las de los camiones.
El general Wavell reunió entonces un enorme convoy de camiones de "transporte inofensivo" frente a un punto débil en la línea del frente italiano, deteniendo una ofensiva enemiga hacia El Cairo, antes de que comenzara. Maskelyne estaba jubiloso: "Bailé de alegría. La magia bélica por fin se estaba poniendo de moda en tiempos de guerra y sabía que este era sólo el primer ejemplo de lo que podíamos hacer".
Pero a fines de junio de 1942, los alemanes seguían ganando terreno en el continente africano, habiendo hecho retroceder al ejército británico 96 kilómetros al oeste de Alejandría. Para crear emboscadas, confundir y atrapar al enemigo, Maskelyne y su pandilla escondieron explosivos en senderos de estiércol de camello y burro a lo largo de las carreteras. Aunque no era una ilusión grandiosa, funcionaba.
El mayor éxito del mago tuvo lugar en julio de 1942, durante la batalla de El Alamein, entonces bajo control alemán. La tierra, el petróleo de Medio Oriente y el curso de la guerra estaban en juego. Esa batalla decidiría el destino del norte de África y el mariscal de campo británico, Bernard Montgomery, necesitaba con desesperación capturarlo.
Las líneas de suministro británico estaban situadas al norte, pero los aliados querían que los alemanes esperasen un ataque desde el sur. Maskelyne escribió: "El mayor drama en el que jugué un humilde papel se estaba representando a gran escala y los villanos ya empezaban a entender que se acercaba la hora final del ajuste de cuentas".
El estancamiento de la guerra se transforma en victoria
Para crear la ilusión de que se planeaba un ataque en el sur, la "pandilla" construyó tanques, armas, aviones y hombres ficticios, e incluso un oleoducto de latas de acero.
Un tanque Sherman inflable.
Este ejército señuelo resultó tan convincente que los alemanes situaron sus fuerzas principales en las proximidades. Mientras tanto, Maskelyne ideó el verdadero engaño: miles de soldados y tanques, camuflados como transportes ficticios, eran trasladados bajo los ojos de las fuerzas enemigas. Cuando los británicos atacaron el norte el 23 de octubre, como estaba previsto, el mariscal de campo alemán. Erwin Rommel, conocido como el "zorro del desierto", había sido engañado. Las fuerzas alemanas, mal preparadas, se retiraron a Libia y los británicos saborearon su primera victoria real en la guerra. Esta fue la última gran ilusión de Jasper Maskelyne en el desierto, convirtiendo un punto muerto en una enorme victoria para las fuerzas británicas, tanto psicológica como militarmente.
Jasper Maskelyne (a la derecha) con su compañía de magia al partir de Nairobi en 1950.
Después de la guerra, Maskelyne regresó a Inglaterra y a los escenarios. Pidió y recibió permiso para seguir usando el uniforme de la Armada británica cuando se presentaba en escena. Aunque escribió una autobiografía, Jasper Maskelyne nunca reveló sus secretos mágicos. De hecho, sus subterfugios y las ilusiones de guerra son clasificados como ultra secretos por el Acta de Secretos Oficiales, y no se harán públicos hasta el año 2046.
The post El mago que ayudó a vencer a los nazis appeared first on AishLatino.com.