
Vaikrá, 19:18: No te vengarás ni guardarás rencor contra los miembros de tu pueblo; amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy Dios.
Rashi, 19:18: sv. Amarás a tu prójimo como a ti mismo: "Rabí Akiva dice, este es un principio fundamental de la Torá".
Es famoso que la Torá nos instruye relacionarnos con nuestro prójimo de la misma manera en que nos relacionamos con nosotros mismos. Rashi cita a Rabí Akiva, quien explica que este es un principio fundamental de la Torá, lo que los comentaristas interpretan como que numerosos otros mandamientos se basan en el fundamento del mandamiento de "amarás a tu prójimo como a ti mismo". El Jatam Sofer señala una contradicción entre las palabras de Rabí Akiva aquí y otro principio que expone en otro lugar.
La Guemará en Bava Metzía discute una situación en la que dos personas se encuentran en el desierto y sólo una de ellas tiene una botella de agua. Hay suficiente agua para que uno de ellos sobreviva hasta llegar a la civilización. ¿Qué debe hacer la persona con la botella? Ben Beteira argumenta que no puede dejar que su compañero muera solo, sino que deben compartir la botella.(1) Rabí Akiva, en cambio, argumenta y deriva de la Torá un concepto conocido como jaieja kodmim (tu vida viene primero), que significa que una persona tiene el derecho de poner su vida antes que la de su compañero. En consecuencia, Rabí Akiva dictamina que la persona con la botella puede conservarla.(2)
El Jatam Sofer escribe que estas dos afirmaciones de Rabí Akiva parecen contradecirse. Su explicación del mandamiento de "amarás a tu prójimo" parece implicar que uno debe tratar a su prójimo de la misma manera que a sí mismo, mientras que su principio de jaieja kodmim sugiere que una persona puede ponerse antes que su amigo.(3)
El Jatam Sofer ofrece una respuesta fascinante a esta pregunta diferenciando entre el reino físico y el espiritual. El caso en Bava Metzía se refiere al ámbito físico. Allí, Rabí Akiva sostiene que uno puede poner sus necesidades físicas por encima de las de su amigo. Sin embargo, en Kedoshim, Rabí Akiva se refiere al ámbito espiritual. En cuanto a la espiritualidad, sostiene que uno debe tratar a su prójimo exactamente igual que a sí mismo. Para respaldar su punto, dice que es por eso que Rabí Akiva afirma que este es un principio fundamental en la Torá. ¿Por qué Rabí Akiva no pudo simplemente decir que este es un principio fundamental y quedarse ahí? El hecho de que haya añadido las palabras "en la Torá" sugiere que, en el ámbito de la Torá, es decir, en la esfera espiritual, uno debe tomar las palabras "amarás a tu prójimo" de manera literal y tratar a su prójimo igual que a sí mismo.(4)
Una implicación de su explicación, sostiene el Jatam Sofer, es que una persona debería estar dispuesta a interrumpir su propio estudio para enseñar a otro.(5) Esto parece difícil de entender porque parece estar diciéndonos que pongamos a nuestro prójimo antes que a nosotros mismos al enseñarles; esto va más allá de tratarlo igualmente. Sin embargo, explica que cuando una persona enseña a otra, ambos se benefician: el estudiante porque le enseñan, y el maestro también se beneficia de su enseñanza.
Una pregunta adicional sobre la explicación del Jatam Sofer es por qué debe haber una diferencia entre los ámbitos físico y espiritual con respecto a cómo uno trata a su prójimo. ¿Por qué, en el ámbito espiritual, debe tratar a su prójimo como a sí mismo, mientras que en el ámbito físico, puede ponerse primero? Parece que la respuesta se basa en el concepto metafísico de que la nación judía es una entidad espiritual única. Los comentaristas la comparan con un cuerpo espiritual, donde cada judío representa una parte diferente de ese cuerpo. Esto da lugar al concepto de "kol Israel arevim zé lazé" – que cada judío es responsable del otro. Esto llega al punto de que, cuando un judío peca, se considera como si otros judíos también hubieran pecado.(6) En contraste, a nivel físico cada persona está separada simplemente porque el cuerpo de cada uno está separado del de los demás. En consecuencia, si bien existe la obligación de cuidar de las necesidades físicas de nuestro prójimo judío, no llega al punto de que uno deba tratar a su prójimo exactamente como a sí mismo.
La explicación del Jatam Sofer y sus implicaciones halájicas están sujetas a desacuerdo.(7) Sin embargo, sus ramificaciones filosóficas son relevantes para todos nosotros. Nos recuerdan que el bienestar espiritual de nuestro hermano judío debe ser algo que esté al frente de nuestras preocupaciones, no sólo porque debemos preocuparnos por nuestro prójimo, sino porque sus fallos son nuestros fallos y sus logros son nuestros logros.
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Bava Metzía, 62a. Ver Igrot Moshé, Ioré Deá, Jelek 1, Simán 145, quen explica el razonamiento de Ben Beteira.
- Muchas autoridades sostienen que en este caso uno está obligado a anteponer su propia vida y no puede dar la botella a su amigo. Ver Minjat Asher, Parashat Behar, págs. 396-397 para una discusión sobre esta cuestión.
- Rambán, Kedoshim, 19:18, aborda un tema similar.
- Torat Moshé, Parashat Kedoshim. Ver también Sheilot y Teshuvot Jatam Sofer, Joshen Mishpat, Simán 164, donde aplica este principio a la halajá.
- Puede ser que se esté refiriendo a ciertas personas, como personas en un alto nivel de estudio. Además, ver Igrot Moshé, Even HaEzer, Jelek 4, Simán 26, quien discute con el Jatam Sofer sobre las implicaciones halájicas de su entendimiento. Se debe consultar a un rabino para orientación específica en esta área.
- En la medida en que podrían haber hecho algo para evitar que el pecado ocurriera.
- Ver Igrot Moshé, Even HaEzer, Jelek 4, Simán 26, quien discute con el Jatam Sofer sobre las implicaciones halájicas de su entendimiento. Se debe consultar a un rabino para orientación específica en esta área, por ejemplo respecto a preguntas sobre cuánto tiempo se debe dedicar a enseñar a los demás o cuándo una persona siente que desea terminar una jevruta.
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