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Si queremos vivir una vida exitosa y entendemos qué el éxito implica alcanzar nuestro propósito, y el propósito es ser bueno, bondadoso, maravilloso, apasionado, e inspirado e inspirador, entonces tenemos que empezar a hacer cosas que nos lleven a ese lugar. Es muy simple: debes comenzar a invertir tu tiempo ahora mismo.
Piensa en esto:
¿Qué porcentaje de tu día lo dedicas a cosas significativas?
¿Qué porcentaje de tu día lo dedicas conscientemente a tratar de volverte una mejor persona, alguien más agradable y más feliz?
¿Qué porcentaje de tu día lo dedicas a tareas voluntarias con otras personas, para ayudarlas, para acompañarlas, para donar y encontrar un poco de pasión, un poco de misión?
¿Cómo puedo estar disponible para otras personas?
Una vez que tu vida está enfocada en lograr tu meta, eres un tiburón, no una medusa. Entonces puedes asegurarte de que vas a pasar tanto tiempo como puedas haciendo las cosas que te acercan a tu meta. Y mientras más tiempo dediques a hacer cosas que te acercan a tu meta, más obvio será que llegues a esa meta.
Una vez más: si tu meta es convertirte en la mejor persona que puedes llegar a ser, entonces tendrás la mejor vida que puedes llegar a tener, porque mientras más grande es la persona, mejor es su vida. Tendrás más felicidad, más éxito y más vitalidad.
Ahora sabemos que tener éxito implica lograr tu propósito. Y sabemos cuál es tu propósito: convertirte en la mejor persona que puedes llegar a ser. Sabemos también qué significa ser una persona grandiosa, sabemos que esto alude a tus cualidades personales, a ser afectuoso, bondadoso y maravilloso, a cuánto impactas sobre el mundo que te rodea de una manera positiva. Y también sabemos que para lograr vivir una vida significativa, lo que implica invertir en estas cosas, todo lo que tienes que hacer es el tercer paso para tener éxito.
Recordemos: el primer paso es identificar la meta, el segundo paso es identificar los pasos que debes dar para lograr tus metas, y el tercer paso es hacer esas cosas, vivir de acuerdo con tus valores.
¿Pero qué valoras más, ser bueno o verte bien?
Todos dicen: ¡obvio que ser bueno!
¿Pero a qué dedicas más tiempo? ¿A tu cabello, al maquillaje y a decir lo correcto a tu ropa y a estar en onda, o a trabajar conscientemente para liberarte del enojo, la impaciencia y el odio?
¿Qué valoras más? ¿A tus amigos o a tu familia?
¡A mi familia! Muy bien, ¿con quién pasas más tiempo, a quién llamas más a menudo? ¿Cada cuánto llamas a tu mamá y le dices que la amas?
Lo que tenemos que hacer es tener los valores correctos. Los valores correctos son crecer y contribuir, mejorar yo mismo y mejorar el mundo. Pero luego debemos vivir de acuerdo con esos valores. Tenemos que asegurarnos de estar invirtiendo en esos valores.
¿Por qué ocurre que a menudo no lo hacemos? ¿Cuántas veces te dijiste a ti mismo “realmente debería hacer esto” y no lo hiciste? “Realmente debería levantarse más temprano, debería hacer más ejercicio, debería llamar a mamá más a menudo… Pero no lo haces.
¿Por qué sigues haciendo cosas que sabes que no deberías hacer?
¿Por qué sigues sin hacer cosas que sabes que deberías hacer? ¿Por qué no vivimos de acuerdo con nuestros valores?
Porque es más cómodo, es más fácil. Para la mayoría de las personas es muy difícil escucharlo, pero para ser una gran persona, tendrás que esforzarte mucho.
Hace falta esforzarse para vivir una vida extraordinaria. Tendrás que hacer cosas extraordinarias. Si vas al gimnasio y levantas un lápiz, puede que te sientas bien y que sea cómodo, pero no crecerás.
El crecimiento tiene lugar cuando nos esforzamos por vivir de acuerdo con nuestros valores.
No es difícil sentarse en el sillón, beber cerveza y ver un partido de fútbol. Pero no estás creciendo. Pero levantarse temprano a la mañana y salir a correr requiere esfuerzo. Gastar tu dinero en ropa y otras cosas no requiere esfuerzo, pero dar tu dinero a otras personas para ayudarlas, para que tengan mejores vidas, requiere un poco más de esfuerzo.
La clave para vivir de acuerdo con tus valores es estar dispuesto a invertir esfuerzo para lograrlo. Y la fuerza motivadora detrás de todo, la clave para lograr todo, es lo que en hebreo se llama ratzón, es decir, desearlo. Realmente desear lograr algo. De acuerdo al grado en que desees lograrlo, estarás dispuesto a invertir esfuerzo y hacer los sacrificios necesarios para lograrlo.
En conclusión
Lograr el éxito no se trata solo de identificar metas y pasos, sino también de vivir constantemente alineados con nuestros valores. El camino implica elecciones conscientes, acciones intencionales y un deseo ardiente de crear una vida que refleje nuestras aspiraciones más profundas.
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